La terapia génica es una
manera nueva de tratar las enfermedades basada en la
introducción de material genético dentro
de las células para corregir un problema biológico.
Los genes son fragmentos de ADN que contienen la información
para la formación de las proteínas necesarias
para el funcionamiento normal de todo el organismo.
La terapia génica pretende corregir la enfermedad
proporcionando a las células información
para que sean ellas mismas las que fabriquen el producto
activo (la proteína), en lugar de administrarlo
directamente como se hace con los fármacos convencionales.
En el caso de la hemofilia se administraría al
enfermo el gen del factor de coagulación que
le falta en lugar de darle el factor.
Aunque en el futuro será posible reparar los
errores que existen en un gen y dan lugar a la enfermedad,
los objetivos actuales son más modestos.
Actualmente, la terapia génica trata de corregir
el defecto en la función de un gen anómalo
introduciendo una copia normal de este en las células.
La investigación actual está centrada
en desarrollar genes más eficaces, y vehículos
o vectores que se encarguen de hacer que el material
genético entre dentro de las células.
Los vectores más eficaces para que la entrada
de material genético sea en cantidad suficiente
son los de tipo viral.
En ellos se eliminan los genes fundamentales para su
multiplicación y se sustituyen por el gen terapéutico
para aprovechar su capacidad de entrar dentro de las
células.
Hasta el momento se han realitzado cuatro ensayos clínicos
en humanos, en los que se han utilizado diferentes estrategias.
De los resultados obtenidos en ellos se ha podido deducir
que las estrategias utilizadas y las dosis suministradas
son seguras.
En el primer ensayo, que tuvo lugar hace 10 años
en la China, se trataron a dos hermanos con hemofilia
B grave con células propias previamente extraídas
y a las que se había introducido el gen del factor
IX.
Así se consiguió una persistencia de la
actividad de más de un año. Hasta noviembre
de 1998 no se realizó el siguiente ensayo, en
esta ocasión fue con la hemofilia A.
La empresa Transkaryotic Therapy, Inc trató a
los enfermos con células propias en las que se
había introducido el gen del factor VIII, esta
vez sin la ayuda de vectores virales.
Los resultados que se han publicado este año
muestran que con esta estrategia se pueden conseguir
niveles de entre el 1-2% respecto a los normales.
A mediados de 1999 se iniciaron dos ensayos más,
en estos casos aplicando los vectores virales directamente
en los pacientes.
La empresa Chiron trabajó en la administración
intravenosa de un tipo de virus con el gen del factor
FVIII, mientras que la empresa Avigen en su ensayo utilizó
la inyección intramuscular de otro virus, más
pequeño y con el gen del factor FIX. En los dos
casos se ha observado una disminución de la frecuencia
de sangrado.
En el año 2000 se han iniciado dos ensayos más
de los que no se dispone aún de resultados.
Resposable del Àrea d'informació mèdica:
Dr. Miquel Rutllant Bañeres, nomenat pel Patronat de la FPCH, número de col·legiat 4679, especialitat hematologia i hemoteràpia. |